La Familia











Título: ¿Cuál es el propósito de Dios para la familia?
Base Bíblica: Salmo 127: 1-5.
Introducción:
La sociedad moderna está atravesando por un progresivo desmoronamiento de su célula fundamental: la familia. ¿La razón? Se ha dejado de lado al arquitecto del hogar, a Aquél que lo creó y quien, conforme lo anota el Salmo 127, es quien puede edificar correctamente sus bases. Solidez en sus cimientos comienza con una buena relación entre los componentes de la pareja y prosigue con una adecuada comunicación en el esquema padres-hijos. Hoy analizaremos este importante tema a la luz de las Escrituras.
I.- ¿Qué factores inciden en el fracaso matrimonial?
1.- Los contrayentes van al matrimonio alentados por falsas expectativas. En el caminar no todo será color de rosa.
2.- Los componentes de la pareja quieren imponer su voluntad.
3.- El orgullo es uno de los elementos que anidan en la pareja y les impide reconocer sus errores.
4.- El desconocimiento de que el matrimonio es una fusión de emociones de dos personalidades, pero conservando cada una su identidad.
5.- Desestimar el hecho de que –después de nuestro amado Dios--, la familia debe ocupar en nuestra existencia un lugar preponderante.
II.- El propósito de Dios para el matrimonio.
1.-El propósito de Dios para el matrimonio es que haya enriquecimiento mutuo a nivel espiritual y emocional (Génesis 2:18-23).
2.- El propósito de Dios para el matrimonio es que los componentes se casen uno con el otro y no con toda la familia (Génesis 2:24).
3.- Hay res características que identifican el matrimonio cristiano:
a.- Fidelidad mutua.
b.- Permanencia.
c.- Monogamia.
4.- El concebir hijos y educarlos en el temor del Señor, constituyen un propósito de Dios para el matrimonio (Génesis 1:28; Salmo 127:3-5; proverbios 22:6).
5.- Sugerencias para tener en cuenta:
a.- Mediante preguntas, demostrar interés en las actividades del cónyuge.
b.- Preocuparse por lo que interesa y edifica al cónyuge.
c.- Emplear tiempo para orar por el cónyuge y la familia.
d.- Entregar en manos de Dios el resentimiento y rencor que pueda tenerse hacia el cónyuge.
III.- Principios para una buena comunicación y relación con los hijos
1.- Dios espera que apliquemos el principio del amor con los hijos (1 Juan 4:8).
a.- El amor es la roca fundamental sobre la cual se edifica la familia.
b.- Un hijo que no recibe amor, no podrá dar amor.
2.- El amor quiere lo mejor para el hijo.
2.- Dios espera que apliquemos el principio de la disciplina con los hijos (Proverbios 13:24; Cf. Proverbios 23:13, 14).
3.- Dios espera que apliquemos el principio de la enseñanza con los hijos (Proverbios 8:32, 33).
4.- Dios espera que apliquemos el principio del ejemplo con nuestros hijos (Mateo 5:14-16).
IV.- Factores que inciden en una buena comunicación intrafamiliar
1.- La comunicación es un proceso verbal e inclusive gestual, en el que compartimos información e incidimos positiva o negativamente en nuestro cónyuge o hijos.
2.- Percepciones que se tienen de todo cuanto decimos:
a.- Lo que queremos decir.
b.- Lo que decimos realmente.
c.- Lo que oye el interlocutor.
d.- Lo que el interlocutor interpreta de lo que oyó.
e.- Lo que creemos que oyó el interlocutor.
3.- ¿Qué debemos hacer para mejorar la comunicación?
a.- Aprender a escuchar. Generalmente sólo procesamos el 20% de la información que recibimos.
b.- Medir el alcance de las palabras. (Proverbios 18:21).
c.- Ser cuidadosos del significado de las palabras (Job 19:2. Cf. Santiago 3:2-10).
Conclusión:
Si deseamos que todo funcione bien en la relación familiar, es necesario trabajar sobre realidades y no en torno a falsas expectativas. Renunciar al orgullo y preocuparnos por la pareja. ¿Cómo lograrlo? La respuesta es sencilla aunque encierra un profundo significado: involucrando a Dios. Él debe ocupar el lugar central en nuestro hogar. Sólo de esta manera podremos imprimir los cambios que tanto necesitamos de cara a consolidar relaciones satisfactorias y edificantes en los esquemas cónyuge-cónyuge y cónyuges-hijos. ¿Está dispuesto a abrirle las puertas de su matrimonio a Dios?
Mensaje Predicado por Ps. Fernando Alexis Jiménez en la Comunidad Carismática "Amigos de Dios" de la carrera 11A No. 66-42, barrio La Nueva Base, en Santiago de Cali.





El Sueño de Dios para la Familia

El sueño de Dios cuando creó al hombre y la mujer  a su imagen y semejanza y les dio la capacidad de reproducirse en la misma especie, queda absolutamente claro: EL quería tener una familia, una gran familia alrededor de todo el mundo.

Igualmente una familia comienza por medio del matrimonio de un hombre y una mujer, y comienza con un sueño: el sueño de amar y ser amado, de vivir una vida juntos, trabajar, tener hijos, disfrutar de todas las cosas buenas de la vida, enfrentar las circunstancias de la vida juntos y terminar viejitos amándose y felices.

Este es el sueño de Dios y es también el sueño de las parejas al comenzar la relación. Pero lamentablemente  a-través de la vida, este sueño enfrenta muchos obstáculos y muchos se desaniman, no saben como superar los obstáculos, y pierden el sueño. Se dan por vencidos en algún momento de la vida del matrimonio. Y la principal razón por la que se dan por vencidos y abandonan el sueño que un día los unió, es porque no saben como manejar los conflictos, no buscan ayuda adecuada a tiempo y se desesperan.
Gen 1:27-28: Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Los bendijo Dios y les dijo: «Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sometedla; ejerced potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y todas las bestias que se mueven sobre la tierra
Como es un sueño primeramente de Dios, EL estableció las reglas sobre las cuales debe funcionar. Y quienes siguen las instrucciones de Dios, alcanzan un matrimonio saludable y una familia estable y feliz. Es una rebeldía tratar de manejar el matrimonio a la manera de cada quién. Dios ya dejó escrito lo que funciona y como funciona. EL nos diseñó y EL sabe perfectamente como funcionamos. Por lo tanto si queremos que nuestros matrimonios funcionen, tenemos que hacerlo a la manera de Dios!

Como todo sueño, para que se haga realidad, debe de tener una Visión, una Misión. La Visión la aporta Dios como diseñador y creador de la raza humana. La misión la desarrollamos cada pareja, siguiendo la visión de Dios y con una importante cuota de Trabajo, Esfuerzo, Capacitación y una Actitud sabia y correcta.

Todo sueño pasa pruebas. Y tenemos que entender que esto es normal. Y tenemos que entender sobre todo que en los tiempos de pruebas es cuando más debemos unirnos los esposos, orando juntos, asistiendo a la Iglesia regularmente, buscando la ayuda correcta en el momento oportuno.

Nunca permitas que nada ni nadie te robe tu más preciado sueño: tener una familia saludable. No permitas que el orgullo y el egoísmo te roben el sueño de disfrutar de una familia estable. Nunca permitas que el enojo y el resentimiento destruyan tu sueño más preciado. No dejes que el pasado destruya este sueño familiar!

Si has perdido fuerzas para luchar por tu matrimonio, hoy te exhortamos a que no te rindas jamás. Nunca abandones el sueño de Dios y tu sueño de tener una familia saludable. Si has flaqueado, levántate hoy con nuevas fuerzas, clama al Señor por fortaleza y sabiduría y trabaja fuerte por la sanidad y restauración total de tu matrimonio y tu familia. Luego pídele perdón a tu cónyuge por haber considerado la opción del rompimiento como una opción normal. Oren juntos y tomen la decisión de luchar por su matrimonio con las fuerzas y las herramientas del Señor. Y oren para que este sueño de Dios impacte sus vidas.
Luis Y Hannia Fernandez

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